Texas debe detener la ejecución de Melissa Lucio, una Madre Inocente.

Melissa Lucio enfrentará su ejecución en menos de 80 días por un crimen que nunca ocurrió.

Melissa Lucio, de ascendencia Mexicana, enfrentara su ejecución en Texas el 27 de abril de 2022 por el asesinato de su hija de dos años, Mariah— un crimen que nunca ocurrió. Mariah murió dos días después de caerse accidentalmente de unas escaleras empinadas. Melissa ha mantenido su inocencia condenada a pena de muerte durante más de 14 años.

Según datos del Registro Nacional de Exoneraciones, aproximadamente el 40% de las mujeres exoneradas han sido juzgadas injustamente por lastimar a niños u otros seres queridos bajo su cargo y casi el 70% fueron condenadas por delitos que nunca ocurrieron. Estos “delitos” incluían eventos determinados como accidentes, muertes por suicidio y delitos fabricados.

Actualización: el abogado de Melissa Lucio presenta una demanda que establece un conflicto de intereses con el juez y el DA.

La historia de Melissa

Melissa nació en Lubbock, Texas. Se crió en una familia que vivía en condiciones de extrema pobreza. Cuando era niña, fue abusada sexualmente en repetidas ocasiones y se casó a los 16 años con la esperanza de escapar de su entorno abusivo. Desafortunadamente, su nueva vida no fue fácil. En el momento del accidente de Mariah, Melissa tenía 12 hijos entre los 2 y 15 años y estaba en estado de embarazo gemelar, a los cuales dio a luz en prisión y tuvo que dar en adopción. Aunque hubo etapas en las que Melissa luchó para proveer por su familia, siempre fue una madre cariñosa, haciendo todo lo posible para superar sus circunstancias.

No hay evidencia de Abuso

El estado de Texas no presentó evidencia física que estableciera que Melissa hubiera abusado de Mariah o alguno de sus hijos. De hecho, miles de páginas de los registros del Servicio de Protección Infantil demuestran que Melissa nunca fue violenta con ninguno de sus 12 hijos.

Sin embargo, en 2008, Melissa fue condenada en base a declaraciones que hizo frente a oficiales del condado de Cameron después de más de cinco horas de interrogatorios coercivos que empezaron la noche de la muerte de su hija menor y continuaron hasta las 3:00 a.m. del día siguiente. Despues de horas de interrogatorio incesante y agresivo en presencia de detectives armados, Melissa cedió y dijo lo que los investigadores querían escuchar para detener las preguntas: “Supongo que lo hice. Soy responsable.” Ademas, Melissa se encontraba en estado de embarazo durante el interrogatorio.

Las confesiones falsas bajo coerción son una de las causas principales de condenas injustas e incluso son más frecuentes entre mujeres condenadas injustamente por la muerte de un niño, como Melissa. Como sobreviviente de abuso sexual y violencia doméstica durante toda su vida, Melissa era especialmente vulnerable a la coerción policial, pero en el juicio se le impidió presentar ninguna evidencia que hubiera explicado por qué confesó falsamente durante su interrogatorio.

Falsa confesión: Una de las causas principales de condenas erróneas

Al carecer evidencia física, el fiscal de distrito del condado de Cameron, Armando Villalobos, presentó la declaración conciliatoria de Melissa ante el jurado como una “confesión” de homicidio y buscó la pena de muerte, una “victoria” que lo ayudaría a ser reeligido. Hoy, el ex-fiscal de ese distrito está cumpliendo una sentencia de 13 años en prisión federal por los delitos de soborno y extorsión.

Texas debe investigar el caso de esta mujer inocente

El nuevo fiscal de distrito de Texas, los tribunales, la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, y el gobernador Abbott deben realizar una revisión significativa del caso de inocencia de Melissa, las tácticas coercitivas utilizadas en su interrogatorio, y las circunstancias trágicas pero accidentales que resultaron en la muerte de Mariah, antes de que ocurra una injusticia irreversible.