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Quién es Melissa Lucio, enfrentando ejecución en Texas

Melissa Lucio enfrenta su ejecución en dos meses por la muerte accidental de su hija.

Daniel Selby

En el 2007, la hija de 2 años de Melissa Lucio, Mariah, murió después de una caída trágica y accidental por unas escaleras. Pero la Sra. Lucio y su familia nunca pudieron lamentar la pérdida de su hija menor ya que a las pocas horas de su fallecimiento, se vieron envueltos en una pesadilla que ha durado más de 14 años y ha destrozado a su familia.

Toda oportunidad que la Sra. Lucio y su familia tuvieron para afligir y sanar después de la muerte de Mariah fue robada por el fiscal corrupto cuya oficina procesó su caso y el estado de Texas cuando fue condenada injustamente por asesinar a su hija y sentenciada a muerte en el 2008. La Sra. Lucio está programada para ser ejecutada el 27 de abril del 2022, a pesar de que varios jueces han concluido que su juicio fue injusto.

La condena de la Sra. Lucio refleja una serie de injusticias, fallas en el sistema legal y penal, y el impacto devastador del trauma generacional. Su condena y su sentencia de muerte por un crimen que nunca ocurrió agravó ese trauma. Y, si Texas se apresura a ejecutar a una madre inocente, la injusticia irreversible fracturará aún más a su familia y garantizará que el dolor y el trauma sufrido hasta ahora se transmitan a otra generación.

Actualización: el abogado de Melissa Lucio presenta una demanda que establece un conflicto de intereses con el juez y el DA.

Esto es lo que necesitas saber sobre el caso de Melissa Lucio.

¿Quién es Melissa Lucio?

La Sra. Lucio es una sobreviviente de repetido abuso sexual y una vida de violencia doméstica, quien creció en una familia católica y mexicoamericana, bajo condiciones de extrema pobreza en el Valle del Río Grande en Texas. Cuando la Sra. Lucio tenía solo 6 años, dos familiares varones adultos comenzaron a abusar sexualmente de ella, aprovechándose de ella cuando su madre no estaba en casa. Este fue el comienzo de un patrón de abuso sexual y violación que continuó durante varios años.

La Sra. Lucio toleró abuso durante su niñez y su adolescencia, hasta que desesperada por escapar de su situación, se casó a los 16 años. Aunque no tenía la edad legal para contraer matrimonio en Texas, la madre de la Sra. Lucio consintió en que su hija se casara.

En lugar de ayudarla a escapar del trauma de su niñez, el esposo de la Sra. Lucio perpetuó el ciclo de abuso. Era violento con ella y también abusaba del alcohol y vendía drogas. Todavía menor de edad e incapaz de dejar su matrimonio abusivo, la Sra. Lucio quedó atrapada y desarrolló un problema con el uso de sustancias. Tuvo cinco hijos con su esposo antes de que él dejara a la familia, abandonando a la joven madre y obligandola  a valerse por sí misma.

Finalmente tuvo nueve hijos, incluyendo a Mariah, con su siguiente pareja. Él también fue abusivo, la violó repetidamente, estranguló y amenazó con muerte. La Sra. Lucio dio a luz a sus hijos menores, gemelos, mientras estaba en la cárcel y tuvo que darlos en adopción debido a su condena injusta. El resto de sus hijos fueron separados y enviados a vivir con parientes o puestos bajo la custodia del estado.

Aunque su familia vivía en la pobreza y en ocasiones no tenían hogar, la Sra. Lucio era una madre cariñosa y afectuosa, a pesar de las dificultades económicas.

Actualmente es una de seis mujeres condenada a pena de muerte en Texas y la única mujer latina con esta sentencia en la historia del estado.

Lo que sucedió el día de la muerte de Mariah

El 15 de febrero del 2007, Mariah se cayó por las escaleras mientras la familia se mudaba de casa. La niña tenía una leve discapacidad física, uno de sus pies giraba hacia adentro, lo que la hacía inestable al caminar y propensa a tropiezos. Mariah no parecía estar lastimada después de la caída, pero a los dos días, la Sra. Lucio acostó a su hija para que durmiera la siesta y la niña no se despertó.
La niña fue llevada al hospital donde la declararon muerta. Juzgando apresuradamente, los detectives se llevaron a la Sra. Lucio para interrogarla esa misma noche. 

  • Durante cinco horas en la sala de interrogación, los agentes reprendieron e intimidaron a la Sra. Lucio, quien estaba embarazada y todavía conmocionada por la pérdida de su hija. Estudios han demostrado que los sobrevivientes de abuso y violencia sexual, como la Sra. Lucio, son más vulnerables a confesar falsamente bajo condiciones coercitivas.
  • Durante su interrogatorio, los detectives utilizaron técnicas coercitivas que se sabe conducen a confesiones falsas, incluyendo la “maximización y minimización”–– exagerando la solidez de o fanfarroneando sobre la evidencia y los posibles cargos y al mismo tiempo minimizando la gravedad de la situación e incluso implicando un cargo más indulgente.
  • La Sra. Lucio repetidamente mantuvo su inocencia durante el interrogatorio. Cuando se le mostró una foto de su hija llorando dijo: “Ojalá fuera yo.” Pero la entrevista continuó hasta las 3 a.m. y solo se detuvo después de que la Sra. Lucio, física y emocionalmente agotada, accedió a las demandas de los detectives y dijo: “Supongo que lo hice” con la esperanza de que terminaran el interrogatorio.

Un error judicial y una falla sistémica

  • El fiscal de distrito del condado de Cameron, Armando Villalobos, solicitó la pena de muerte en el caso de la Sra. Lucio, probablemente porque estaba buscando la reelección en ese momento y pensó que tal “ganancia” resultaría en votos. El Sr. Villalobos fue condenado por soborno y extorsión en el 2014 y actualmente cumple una sentencia en prisión federal de 13 años.
  • El Sr. Villalobos argumentó que la Sra. Lucio abusó de su hija y la llevó a la muerte, pero miles de páginas de entrevistas y registros de los Servicios de Protección Infantil demuestran que los hijos de la Sra. Lucio nunca dijeron que ella fuera violenta con ellos.
  • Aproximadamente el 70% de las mujeres exoneradas desde 1989 fueron condenadas injustamente por delitos que nunca sucedieron, es decir, eventos que finalmente se determinaron como accidentes, muertes por suicidio y delitos fabricados, según datos del Registro Nacional de Exoneraciones.
  • Las mujeres, especialmente las madres, también tienden a ser percibidas de manera más negativa que los hombres, e incluso satanizadas en los medios de comunicación cuando se les acusa de hacerle daño a un niño. Casi una de cada tres mujeres exoneradas fue condenada injustamente por hacerle daño a un niño, según datos del Registro Nacional de Exoneraciones. En el caso de la Sra. Lucio, la oficina del fiscal de distrito buscó una condena por asesinato y la pena de muerte, y el padre del niño fue declarado culpable del cargo menor de poner en peligro a un niño y sentenciado a cuatro años de prisión.
  • Los abogados defensores de la Sra. Lucio no estaban preparados para la fase de sanción de su juicio y lamentablemente montaron una defensa inadecuada. Y poco después de su juicio, su abogado defensor se unió a la oficina del fiscal de distrito.
  • El fiscal distorsionó la declaración conciliatoria de la Sra. Lucio, diciéndole al jurado que era una confesión. Debido a que su abogado defensor no investigó a fondo sus antecedentes, el jurado nunca se enteró de su extenso historial como sobreviviente de abuso sexual y violencia doméstica. Cuando la defensa intentó presentar un testimonio experto sobre cómo sus experiencias habrían formado su respuesta a un interrogatorio agresivo, el fiscal de distrito se opuso y el tribunal excluyó el testimonio. Estos expertos entrevistaron a la Sra. Lucio y a su familia y concluyeron que la respuesta de la Sra. Lucio a su interrogatorio fue consistente con el comportamiento de una víctima de abuso. Mientras que a la Sra. Lucio no se le permitió presentar esta evidencia, que era fundamental para su defensa y explicaba su comportamiento, un Texas Ranger que interrogó a la Sra. Lucio tuvo permiso de testificar que su postura y la falta de contacto visual eran evidencia de su culpabilidad.
  • Un panel de jueces federales en la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito acordó en una opinión unánime de tres jueces que a la Sra. Lucio se le negó el derecho a presentar “una defensa significativa.” Y en una decisión posterior a una apelación del estado, 10 de los 17 jueces del Quinto Circuito acordaron que la exclusión del testimonio del psicólogo distorsionó la evidencia contra la Sra. Lucio.
  • Los siete jueces que disintieron estuvieron de acuerdo en que el rechazo del Tribunal Estatal del testimonio de los expertos en psicología y salud mental y la defensa de la Sra. Lucio fue “irracional”, y expresaron indignación, pero concluyeron que el tribunal no podía otorgar alivio debido a los Limites estrictos de revisión de la corte federal. En nombre de los siete jueces disidentes, la jueza Catharina Haynes, escribió: “El Estado no presentó evidencia física ni testimonio de testigos que establecieran que Lucio abusó de Mariah o de cualquiera de sus hijos, y mucho menos mató a Mariah… El jurado se vio privado de evidencia clave para sopesar: ese es el punto.”
  • Un neurocirujano y un patólogo especializados en muertes por abuso infantil ya han cuestionado la autopsia y la causa de la muerte de Mariah. Simplemente hay demasiadas dudas en este caso, y la Sra. Lucio y su familia merecen la verdad y la oportunidad de sanar.

El sistema le ha fallado a la Sra. Lucio durante toda su vida. A los 53 años, después de haber sobrevivido toda una vida de sufrimiento y trauma, el estado de Texas está a punto de ejecutarla, una injusticia irreversible que asegurará que el ciclo de daños y perjuicios que la Sra. Lucio y sus hijos ya han experimentado se perpetúe y de pasó a la siguiente generación. La muerte de la Sra. Lucio por un crimen que no ocurrió sólo puede profundizar el dolor y el sufrimiento de su familia.

El fiscal de distrito, los tribunales, la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas y el gobernador deben realizar una revisión significativa del caso de inocencia de Melissa, las tácticas coercitivas utilizadas en su interrogatorio, y su vida de abuso sexual y violencia doméstica, antes de que ocurra una injusticia irreversible.

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Si ha sufrido abuso sexual y desea hablar con alguien, llame a la línea directa gratuita y confidencial de National Sexual Assault (1-800-656-HOPE o 1-800-656-4673). También puede recibir ayuda a través de online.rainn.org, que está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

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